Los agnatos o peces sin mandíbula emergieron en el periodo Cámbrico, poblando los ríos y mares. Actualmente sólo sobreviven unas 100 especies (entre ellas la lamprea marina, Petromyzon marinus), pero su rasgo característico es muy primitivo y gran parte de las especies son fósiles. Poseían el cuerpo alargado y gelatinoso, al ser un esqueleto compuesto por tejido cartilaginoso. Las especies fósiles poseían en su cabeza una armadura ósea que les protegía de los depredadores, las especies actuales carecen de esta característica. Estos peces (del Cámbrico) poseían escamas cubriendo su piel, al contrario que los agnatos de ahora. En la imagen de arriba veréis un género extinto de agnatos, llamado Cephalaspis, el cual surgió en el periodo Devónico.
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